“Entre la crisis y la esperanza: reflexiones sobre la actualidad venezolana”
La situación político-económica de Venezuela ha sido el foco global de intensas críticas, controversias y preocupaciones al posicionarse como una crisis humanitaria de proporciones complejas y multifacéticas a lo largo de los años. Actualmente, la gravedad de la crisis alcanzó su punto máximo con las recientes elecciones llevadas a cabo el 28 de julio, en donde las acusaciones de fraude electoral, la polarización política, la oposición orquestada contra la dictadura de Nicolás Maduro, la represión y la violación hacia los derechos humanos de la población venezolana son solo algunas de las repercusiones que siguen tiñendo de oscuridad la estabilidad de la que alguna vez fue una nación libre.
La presencia de fraude electoral en Venezuela no es un fenómeno reciente. La crisis política y económica que comenzó a intensificarse a finales del siglo XX y principios del XXI creó un terreno fértil para prácticas corruptas en el ámbito electoral, perjudicando así el desarrollo de la democracia como legítimo sistema de gobierno. La administración del presidente Hugo Chávez, que llegó al poder en 1999, y posteriormente la de Maduro como su sucesor, han sido particularmente señaladas por manipular el sistema electoral para perpetuarse en el poder, disfrazando así el establecimiento de una dictadura defendida por la represión armada, la intensificación del miedo y la ola de detenciones arbitrarias y torturas que se convirtieron en el inicio de la muerte democrática.
Desde la perspectiva de los Estudios Sociales, resulta fundamental comprender que el análisis del fraude electoral manipulado por una dictadura no solo es un asunto de integridad política, sino también de justicia y estabilidad social. La libertad del sufragio es el pilar de la democracia; y cuando se altera o manipula ese pilar, se socava la legitimidad del gobierno, afectando así los derechos fundamentales de la ciudadanía. De esta manera, el fraude electoral en Venezuela ha desencadenado una crisis de legitimidad que ha perpetuado el autoritarismo y ha afectado profundamente el tejido social del país.
En conclusión, el estudio de la crisis humanitaria en Venezuela es esencial para entender no sólo la dinámica política del país, sino también los efectos globales del autoritarismo y la corrupción en sistemas democráticos. Como miembros de una comunidad educativa informada, es nuestra responsabilidad analizar y discutir temáticas de esta índole para promover un futuro en el cual los procesos electorales sean justos, transparentes y representativos conforme a la voluntad y a la libertad del pueblo.
Elaborado por:
Prof. Viviana Cartín Núñez
Revista Cmdp 2024